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¡Año nuevo, agenda nueva!

Por: Juan Guarín 

Embajadores de la Comunidad

 

Vivimos en tiempos de mucho estrés, de agendas diarias apretadas, de no parar de correr de un lado para el otro, de compromisos que no parecen tener fin, y el tiempo, que como gotero nunca se detiene, nunca para de correr, no se extiende ni se hace más corto, sino por el contrario, sigue su marcha incesante, pareciera que jugara en nuestra contra viéndolo incluso en ocasiones como nuestro peor enemigo.

En mis tiempos de chico, recuerdo siempre a mamá diciendo “dime con quién andas… y te diré quien eres”, frase que ha perdurado hasta el día de hoy en mi memoria y que me he encontrado repitiendo frecuentemente a mis hijos, pero he venido a darme cuenta  con el correr de los años, que si no sabes manejar primero tu agenda diaria, si no eres el director de tu tiempo, como aquel que con su batuta dirige una hermosa melodía, alguien más lo dirigirá por ti y terminaras no simplemente cumpliendo los sueños de otro o envuelto con gente que no te edifica, sino que peor aún, también te encontraras desperdiciando lo más valioso que se te ha entregado en tus manos, “TU TIEMPO”.

Hoy, recién comenzando este nuevo año, quiero dedicar estas líneas para hablar un poco acerca de cómo manejar nuestro tiempo y por qué se hace tan crucial e importante en nuestras vidas y sobre todo en esta infatigable sociedad en la que vivimos actualmente. Siempre me gusta acudir primero al libro que nos regala más sabiduría y conocimiento, el libro guía por excelencia, al mejor consejero del alma, me refiero a la Biblia. Existe un pasaje que siempre ha captado mi atención y que se encuentra semi escondido en el libro de Salmos y que nos dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Abro pues, mis queridos lectores, con una sencilla pregunta directa al corazón: ¿Como estas contando tus días?

A cada uno de nosotros se nos entrega cada día la misma cantidad de horas, minutos y segundos, a todos se nos es dado el precioso regalo del tiempo, pero lo que difiere de una persona a otra para llegar a contar cada día como “un día de provecho” es algo relativamente sencillo, algunos simplemente gastan su tiempo y otros sabiamente lo invierten en algo que dará su recompensa. No todos sabemos cómo ser buenos administradores de nuestro tiempo, pero ciertamente podemos llegar a hacerlo, todo comienza cambiando algo que nuestros cuerpos hacen sin mayor esfuerzo y, por qué no decirlo, casi que mecánicamente, algo tan simple pero tan arraigado en nosotros como lo son nuestros hábitos (buenos o malos).

Muchos de nosotros, frecuentemente nos vemos agotados, arrastrándonos y tratando de llegar a nuestro próximo día libre de trabajo, sabiendo que al final no será libre del todo porque será el único día en que podrás llevar a tus hijos al doctor, hacer el mercado, las compras, pagar las cuentas, ir al banco, arreglar la casa y tratar de arreglar tu carro, y al final del día, acabamos sintiéndonos con el mismo agotamiento de un día de trabajo normal y terminamos anhelando tiempo extra o que el día tuviera más horas. 

Necesitamos entender, que aquí el problema como tal no es simplemente saber manejar el tiempo más efectivamente, porque esto en si no nos dará paz ni un sentir de satisfacción de un deber cumplido, pero en cambio, sí lo hará, el ver las cosas que más nos importan reflejadas en nuestra vida diaria. Me refiero a que si lo más importante para ti son tus hijos, tu familia, entonces debería verse reflejado en tu agenda diaria; si algo realmente importante para ti es tu salud, debería verse reflejado en tu agenda diaria… allí es donde radica el secreto para sentirnos plenos y satisfechos, y por qué no decirlo, para lograr el éxito.

Piensa por un momento cuando fue la última vez que dedicaste tiempo para las cosas que son de más valor para ti, o para hacer algo nuevo que llevas planeando por años, o para tomarte esas vacaciones que llevas tanto tiempo aplazando o algo tan sencillo pero importante como hacerte un chequeo médico y si te es difícil recordarlo o si lo recuerdas pero fue hace ya bastante tiempo, bienvenido al altísimo porcentaje de personas insatisfechas que han vuelto de sus vidas simplemente una rutina y que sienten que están a punto de tirar la toalla.

Todos debemos haber escuchado alguna vez aquella célebre frase citada por Benjamín Franklin “El tiempo perdido… nunca se vuelve a encontrar”, que aunque si bien es cierta, no la podemos usar como un dictamen dilapidatorio para el resto de nuestras vidas, sino al contrario, como un punto de inicio para hacer un cambio radical en nuestra cotidianidad, como catapulta hacia algo mejor, como un nuevo reto en tu vida, es hora de un cambio de actitud, de renovar aquello que ha estado dormido y de avivar aquellas metas que nos hacían soñar y desvelar.

Cuenta una historia muy conocida que la hormiga trabajo arduamente todo el otoño recogiendo provisiones para poder sobrevivir durante el invierno, mientras tanto, la perezosa cigarra se la paso cantando día y noche durante el mismo tiempo y murió de hambre y frio al llegar el invierno puesto que nunca se preparó para la llegada de este… hay dos maneras de vivir la vida, pagar el precio ahora y disfrutar después o disfrutar ahora y pagar el precio después; te parecerás en algún momento a la hormiga o a la cigarra dependiendo de cómo aproveches este día, pero será únicamente tu decisión, es tu tiempo, es tu vida, es tu siembra.

Lo cierto mi estimado lector, es que lo único que tienes para controlar es el ahora, es este momento, y aunque si bien es cierto que lo que vives es el resultado de lo que hiciste en el ayer, el ayer ya paso, quedo en el pasado y no puedes hacer nada para cambiarlo, y tu futuro es incierto, no lo puedes controlar tampoco, pero si te digo con seguridad que será producto de lo que hagas hoy, hoy es importante, hoy es día de tomar mejores decisiones, hoy es día para recuperar nuevamente el control de tu agenda, porque variando un poco la frase que solía usar mi madre conmigo, te digo yo en este día: “DIME CUÁL ES TU AGENDA DIARIA… Y TE DIRÉ QUIÉN ERES”.

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